Cómo protegemos a los jubilados ante la volatilidad del mercado
Genevieve Signoret
(You can read the original English version here.)
Algunos de nuestros clientes son jubilados, por lo que hacen retiros regulares de sus carteras. Para ellos, establecemos escaleras de bonos que cubren sus necesidades de gasto proyectadas para los siguientes 3 a 7 años y dejamos el resto de su capital principalmente en renta variable.
Mientras más capital tenga un cliente (o sea, mientras más ha ahorrado mientras trabajaba), más larga podremos hacer la escalera. Mientras más larga la escalera, mayor será su blindaje.
Cada “escalón” de una escalera de bonos es un grupo de bonos cuyas fechas de vencimiento ocurren justo a tiempo para cubrir 100% de las necesidades de gasto del cliente en el periodo siguiente. Esto evita que, para cubrir sus necesidades cortoplacistas de liquidez, tengamos que vender acciones en momentos inoportunos.
Durante sus años de trabajo, con el fin de ahorrar para el retiro, nuestros clientes trabajan duro y viven por debajo de sus posibilidades. La jubilación, entonces, es un evento culminante. Quizás por eso, las escaleras de bonos son, en el abanico de herramientas que tenemos para brindar serenidad a nuestros clientes, la que despierta en nosotros la más profunda satisfacción.